Comunidades
«Sin la energía eléctrica no puede haber un desarrollo».
Con una matrícula de más de 200 estudiantes opera el Centro Educativo Canaán, ubicado en la comunidad San Bartolo en el municipio Santo Domingo Este. Su fundadora, una mujer entusiasta y llena de pasión por lo que hace, tiene la esperanza de ver crecer su comunidad, pero el camino no ha sido fácil.
Crismely Cárdenas es licenciada en Educación, Filosofía y Letras y es originaria de San Bartolo. Es madre de tres y se esfuerza diariamente para que el centro académico que dirige se desarrolle y tenga más oportunidades.

Llena de alegría cuenta los inicios del centro; con tan sólo un infante se dio cuenta de su habilidad en la enseñanza, principalmente con aquellos niños que se les dificultan la lectura y la retención del aprendizaje.
Los vecinos de la comunidad notaron esta capacidad y la motivaron a dedicarse a esta área. Desde ese momento, la cantidad de alumnos aumentó y se vio en la necesidad de buscar un lugar más amplio, logrando conseguir una pequeña casa en condiciones de escasez, donde tenía que acomodar bloques de cemento, latas y piedras para simular el aula.
Nos cuenta que sintió mucha vergüenza, pero que la comunidad y los niños la necesitaban y eso la motivó a seguir hacia adelante. Con el pasar del tiempo, un padre de unos de los niños se sintió agradecido y le facilitó un espacio para colocar una sala de tareas. Poco a poco la comunidad estudiantil fue creciendo aún más hasta que hoy el Centro Educativo Canaán es una realidad en la comunidad San Bartolo.

Sin embargo, a Crismely no sólo le mueve la Educación, también trabaja de la mano con su comunidad. Actualmente, se desempeña como secretaria en el Comité de Seguimiento (COSE) del circuito EBRI-C06. “Estoy sorprendida del apoyo manifestado por los equipos del Programa en la comunidad”.
Para Crismely: “Sin la energía eléctrica no puede haber un desarrollo”, por tal razón su centro requiere de un servicio eficiente de energía, ya que sus estudiantes pierden la concentración al estar en las aulas sin ventilación debido a la falta de electricidad. Además, cuenta con refrigeradores para mantener el agua y los alimentos frescos, y con computadoras para las clases de informática.
Como líder comunitaria y residente de San Bartolo, se siente muy satisfecha y tiene altas expectativas del Programa, ya que podrán contar con un servicio de energía estable y constante, y eso les ayudará a desarrollarse económicamente y aumentará el nivel educativo del sector. Crismely ha declarado que “los abanicos del Centro Educativo Canaán dejarán de estar de lujo”.